Una historia de amor

Como era de costumbre, Lucy, solía partir con su padre muy temprano, a su pequeño taller en el que fabricaban todo tipo de zapatos.

Su padre se encontraba muy angustiado, ya que en pocas horas tenía que entregar un gran pedido de zapatos.

Lucy se ofreció a ayudarlo. Ya casi terminaban con el pedido, cuando a Lucy se le terminó la pega, entonces fue a la pequeña bodega que tenían en el taller. Al tratar de alcanzar uno de los frascos, un líquido muy fuerte cayó sobre ella.

Su padre la encontró tirada en el suelo, desmayada. Inmediatamente la llevó al hospital, espero hora tras hora para poder recibir alguna noticia. De repente el médico le dijo algo que lo desalentó. Su hija va a quedar ciega, le dijo. El líquido entró a los ojos causándole un daño irreparable.

El padre no pudo contener su llanto, salió del hospital sin saber qué hacer para ayudar a su hija. Tras varias horas, el padre de Lucy regresó al hospital. Al verlo, el doctor se acercó y le dijo: ¡tengo que darle una gran noticia, su hija recuperará la vista, encontramos a un donador y el transplante ya fue realizado!.

El papá entró corriendo al cuarto en donde descansaba su hija, al ingresar se llevó una gran sorpresa, uno de los trabajadores de su taller estaba recostado esperando que Lucy despertara, se encontraba totalmente vendado los ojos.

Cuando el padre de Lucy salió corriendo del hospital, su ayudante llegó, y preguntó por el estado de Lucy, él sin dudarlo decidió donar sus ojos a aquella chica de la cual siempre estuvo enamorado.

Al siguiente día se enteró de lo ocurrido, y trató de encontrarlo; pero ya se había ido, y solo pidió que le entregasen una carta que decía: TE AMO y siempre te amé. Que seas muy feliz.